- Resucita proyecto que Zack Snyder quería producir. “ The Last Photograph”, después de un año inactiva, toma riendas en manos de Niels Arden Oplev en la dirección y con las interpretaciones de Sean Penn y Christian Bale. La historia gira en torno a un corresponsal de guerra y un soldado retirado que buscan identificar a la persona que tiene secuestrada a un pariente suyo durante la guerra de Afganistan. Sigue produciendo el director de aquella masturbacion llamada "Sucker Punch".
- Siguiendo con Snyder, se ha fichado el villano de la nueva entrega de Superman que produce Christopher Nolan. Después de la incorporación de Amy Adamas, Michael Shannon se une al elenco para interpretar nada mas ni nada menos que al general Zod, “el enemigo más temido de Clark Kent”.
- Matt Reeves, director de Cloverfield y Let me In, es el director a cargo del remake “Estan Vivos” de John Carpenter. Según los productores seria mas bien una re-adaptación del relato “Eight o clock in the morning”. Reeves comenta “Podría haber una desesperada historia de amor en el centro de todo. Carpenter apostó por una mirada satírica del material y las implicaciones políticas de que estamos siendo controlados. A mí me atrae mucho el lado emocional, la experiencia de la pesadilla, con la paranoia de ‘Invasión de los ladrones de cuerpos’ o el estilo de Roman Polanski.”
- Michael Mann tiene nueva peligula. “Gold” producida por Paul Haggis. Se centra en una búsqueda despiadada por el precioso metal. “Thriller a lo Tesoro de sierramadre" declaran los productores.
- Roman Polanski ya tiene nuevo proyecto después de Carnage. Esta vez contara un Thriller basada en hechos reales. En diciembre de 2000, se encontró en el río Oder el cadáver de Dariusz Janiszewski, un empresario de un negocio publicitario que no parecía tener enemigos y que carecía de antecedentes. El caso se abandonó pasados seis meses.
En 2003, el detective Jacek Wroblewski se interesó por el asunto y rescató el archivo del caso cerrado. Una de las pruebas era el listado telefónico en el que aparecían varias llamadas hechas al móvil de la víctima el día de su muerte, algunas de ellas desde una cabina cercana a su oficina. Sin embargo, el móvil no se había llegado a recuperar.
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